Hace algunos días sentí que nos hundiríamos, que el barco se llenaba de agua, no me dio miedo, no temblé pese a que el agua me entumecía las rodillas. Una parte de mi estaba preparada para sobrevivir a cualquier obstáculo, del otro lado los ojos decían lo mismo. Pero al amanecer siguiente comprendí lo mucho que íbamos a perder, seguramente ganaríamos mucho más, pero es imposible saber el destino desde este presente egoísta que grita a ese universo de segundos
-arriba, arriba y en marcha, el que no se sube muere aplastado por la nueva tonelada que se acerca.
...Por ahora no quiero compartirte.
1 comentario:
y por ahora no tendrás que hacerlo
*B
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